miércoles, 9 de junio de 2010

PARTIDOS DE MASAS: 1928 - 1931

La época durante y después del Oncenio de la tiranía de Augusto B. Leguía trajo consigo una crisis concurrida entre 1930-33. Con la sublevación del Gral. Sánchez Cerro en Arequipa, Leguía se vio obligado a renunciar al cargo el 25 de agosto de 1930 asignando a Manuel Ponce Brousset, quien duraría 2 días en el cargo, hasta la llegada del golpista a Lima. Durante el periodo 1930-31, el Perú tuvo un récord de gobiernos de facto (después del de Sánchez Cerro: Monseñor Holguín, Elías Arias, Jiménez y, por último, el gobierno del respetado demócrata David Samanez Ocampo) hasta las elecciones de 1931 con la victoria de la Unión Revolucionaria (Partido fundado por Sánchez Cerro), negada por Haya, ante el APRA[1]. Durante esta época se suscitó la lucha de clases: la ocasión propicia para el auge de los partidos de masas[2].

José Carlos Mariátegui, intelectual autodidacta, catalogado como el máximo exponente del socialismo que el Perú ha tenido, había vivido cerca de la función de sucesos que hegemonizaron el socialismo en Europa Oriental –con una beca que le otorgó el gobierno de Leguía a manera de deportación (ya que Leguía se encontraba en el dilema de no poder tomar medidas en contra de un inválido anti-leguiista debido a las duras críticas que le lloverían por eso)– durante la década de 1920 (no mucho tiempo después del triunfo de Lenin, Stalin, Trotski, y los bolcheviques en general, en la Revolución Rusa de 1917); en tal contexto, influenciado por la ideología marxista, Mariátegui visualizó la necesidad de adecuar el método socialista en nuestro país[3]. Tal expectativa lo llevó a fundar el Partido Socialista en 1928, tras el divorcio con Haya de la Torre[4], y la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) en el siguiente año.

Víctor Raúl Haya de la Torre tuvo un protagonismo semejante al de Mariátegui durante esa época (y las siguientes, hasta 1979 con su muerte). Presidente de la Federación de Estudiantes del Perú, fundó en México la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA) en 1924, muy ligado a la ideología de Mariátegui en un inicio, hasta la ruptura con este en 1928. En 1930 funda el Partido Aprista Peruano (PAP) con la intención de postular a las elecciones de 1931, en las que perdería por supuesto fraude electoral, planteando la ideología anti-imperialista.

Tras la convivencia de Mariátegui-Haya, se dio a lugar una ruptura entre ambos ya que Haya no se consideraba comunista ni anti-capitalista, a diferencia de Mariátegui, y además de la dura crítica que este le hizo a Haya por plantear a la pequeña burguesía como la protagonista de la revolución (entre otras muchas discrepancias). Alberto Flores Galindo nos resume esta polémica en su colección de Obras Completas IV editada por SUR en 1996.

El partido de masas que falta presentar es el fundado por Luis Miguel Sánchez Cerro: la Unión Revolucionaria. Fundado en 1931, fue un partido populista con ideología fascista italiana-alemana adecuado a la situación peruana (con rasgos xenofóbicos en contra de los inmigrantes japoneses). Fue el partido vencedor en las elecciones de 1931 con Sánchez Cerro como presidente hasta su magnicidio en 1933 por el fanático aprista Abelardo Mendoza Leiva. El régimen sánchez-cerrista vetó al APRA por representar una ideología extranjera (en tal caso, el Partido Socialista y la Unión Revolucionaria también debieron estar vetadas), 1931 marca el inicio de la fase de persecución al APRA, la cual escapa a la época estudiada, ergo, es materia de otro estudio.



[1] Alianza Popular Revolucionaria Americana.

[2] El campesinado (comunidades campesinas) y los artesanos pertenecen a las masas. La idea de comunidad campesina se asocia a un fuerte componente prehispánico, las comunidades ya tienen un estatus jurídico.

[3] Si bien es cierto que, como él mismo escribió, Mariátegui no llego a Rusia, también es cierto que la influencia de la revolución se vio reflejada en él debido a la coyuntura europea que lo rodeaba, fortificando sus convicciones marxistas.

[4] Cfr.: FLORES GALINDO, Alberto. La polémica Mariátegui-Haya. En: Obras Completas IV. Lima: SUR, 1996, pp. 293-297.

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